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Primer ascenso del Bayo o Pillahua (4.274 m)


Marcelo Scanu, incasable explorador de los mas recónditos cordones de la puna, completó el primer ascenso de esta montaña de mas de 4.200 metros de altitud en el valle de Chaschuil. De este modo, logró una de las últimas primeras integrales de este sector de la Alta Catamarca. Este hito, junto a sus escaladas del Pico de la Coipa, Co. de los Caranchos, Puntudo del Valle Ancho, Pico Camila y Co. Laguna Amarga, completa su lista personal de primeros ascensos en las montañas de Fiambalá.

El cerro Bayo o Pillahua:

Sin denominación en la cartografía del IGN, el Co. Bayo es un pequeño cordón con tres cumbres y varios promontorios que pueden considerarse antecumbres. El punto mas alto alcanza los 4.274 metros y se ubica en los 27°45’00.4”S / 68°14’19.7”O.

La ubicada sobre el puesto de Pillahuasi y a mas de 3,5 km de distancia de la principal es la cumbre Sur o Carrizo (27°47'6"S / 68°14'42"O, 4.160 m). Cerca de esta, se levanta la segunda cumbre (4.193 m) y por último en el extremo norte la principal de 4.274.

Con una prominencia de prácticamente 380 metros, su dominancia llega a 8,9%, por lo que su carácter de montaña independiente es indudable.

El cerro Bayo o Pillahua visto desde las laderas del Aguada de los Quiquinchos. Se observa el perfil que recorta tres picos, el mas alto, al norte (a la derecha de la imagen)

La denominación se toma del cercano punto acotado con 3.934 m por el IGN en la hoja Chaschuil y que no es más que un lomo secundario del Cerro Aguada de los Quirquinchos. Teniendo en cuenta que el punto indicado con 4.274 no posee nombre y siendo el más alto del sector, es lógico asignarle el nombre de Bayo, corrigiendo la inclusión de ese nombre en un punto irrelevante. Durante su primer ascenso, Marcelo Scanu toma el descriptivo nombre de Pillahua de la quebrada aledaña y complementa la denominación individualizando de manera mas clara a un nombre común entre las montañas de la Puna. También indica que el vocablo “pillahua” sería de origen quechua y significaría yista, que no es mas que el nombre que se le da a las sustancias alcalinas utilizadas durante la insalivación de las hojas de coca. Cabria concluir que en esta quebrada, los antiguos pobladores recolectarían las especies vegetales, que luego de incinerarlas, serian utilizadas como yista o pillahua.

El cerro Bayo desde las proximidades del sitio arqueológico Pillanhuasi.

Primer ascenso:

El 22 de febrero de 2019 Marcelo Scanu se reunió en Córdoba con Andrés Zapata y prosiguieron viaje hacia Tinogasta. Al otro día viajaron hacia Chaschuil, donde luego del mediodía se adentraron en la quebrada de Pillahuasi. Al llegar a la base del cerro Aguada de los Quiquinchos dejaron el vehículo y prosiguieron hacia el puesto de la familia Carrizo. Actualmente el paso está cerrado por una tranquera y luego de una corta caminata, acamparon cerca del sitio arqueológico. Durante la tarde, luego de armar el campamento, fueron hasta el puesto, al que encontraron sin ocupantes.

Cuenta Scanu: “Consta de una gran casa muy prolija por lo que vimos desde afuera, un corral, panel solar, horno de barro e incluso una canchita con arcos. Había mucho ganado en las cercanías. En el encontré un trozo de obsidiana (vidrio volcánico) tallado el cual donaré al museo y a los arqueólogos con un informe para que vayan a estudiar el sitio. también vi lo que pueden ser ruinas”.

El 24 de febrero partieron poco después de las 8 hs con clima despejado y sin viento. Comenzaron a remontar la larga quebrada norte – sur que limita al Bayo por el este. Este sector carece de agua y gana desnivel suavemente.

Arribaron a una quebradita lateral sobre los 3.950 metros y en ese sitio Andrés Zapata decide aguardar el regreso de Marcelo, que continúa con el ascenso. En ese punto hay unos estratos interesantes que afloran debido a la erosión.

“Durante la subida nos siguieron varios cóndores que evolucionaron sobre nuestras cabezas. Cuando estaba sólo y los cóndores ya no estaban, aparecieron dos halconcitos o aguiluchos. Uno se me acercó bastante de manera hostil, los bastones en alto y el reflejo del sol en ellos lo asustaron y desaparecieron”.

El recorrido a partir de ese punto atraviesa el filo sobre los 3.972 m ( 27º45´19.8"S / 68º13´54.2"O) y desde allí con rumbo general Oeste alcanzó la cumbre, unos minutos antes de las 16 hs.

Relata en primera persona “Me recibió un fuerte viento, podía ver desde allí Chaschuil, el camino, la parte superior del Pissis, otro nevado grande, el Cerro de los Caranchos, etc. La cumbre tiene piedras pequeñas muy meteorizadas por lo cual hice una pequeña pirca donde dejé el testimonio en un tubito de habano. Me quedé pocos minutos y descendí reencontrándome con mi compañero. Bajamos al campamento llegando casi a las 20, luego de casi 12 horas de recorrido”.

Avanzando por la quebrada de Pillahuasi

Formaciones en la quebrada de Pillahuasi

Vista desde la cumbre hacia el valle de Chaschuil

Andres Zapata avanza por la quebrada lateral.

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